Rescatando algo que escribí hace tiempo...

Intento buscar un eufemismo de la palabra gilipollas, pero no encuentro ninguno que alcance a todo el significado que tiene para mí... así que voy a intentar dejar de hacerlo y simplemente pondré todo mi empeño en acercarme un poco a explicar esta maravillosa palabra que me describe tan a la perfección que a veces me asusta.

Para empezar, decir que muy en contra de lo que pueda pensar todo el mundo, para mí la palabra gilipollas no es un insulto, no me llamo así a mí misma porque no le tenga cariño a mi persona, sino todo lo contrario. Esta curiosa palabra se ha convertido en el sentido de todo aquello que soy, sin que conlleve ningún tono despectivo.

La verdad es que para ser una persona que pasa gran parte de su vida triste, soy muy feliz, paradojas o, como un gran amigo mío diría, ironías de la vida... gilipollas no es un insulto sino un halago...¿por qué?...respuesta sencilla y compleja a la vez... es preferible ser gilipollas y buena persona a no serlo y no dormir tranquilo cada día... parece más complicado de lo que es en realidad.

Durante toda mi vida he sido prácticamente invisible para todo el mundo... en la guardería donde nos ponían ese precioso uniforme para que todos fuéramos iguales y ninguno destacara sobre el otro, en preescolar donde la niña rubia de la cola de caballo eclipsaba al resto porque se escondía en el patio de atrás para darle besos a los niños, en el colegio donde empecé a convertirme simplemente en la empollona de la clase a la que quieren los profesores pero no los niños, en el instituto donde para ser buena gente tenías que ser chusmona y si no eras una mierda, o en la banda donde todo el mundo a la fuerza tenía que tener segundas intenciones... ¿alguien necesitaba más intención que la música para estar allí?... en fin... leyendo esto parece más la carta del pesimismo en persona, pero nada más lejos de la realidad, porque hasta de la miseria más grande del mundo sería capaz de sacar algo bueno, o al menos eso intento creer... ¿cómo sacar algo bueno de todo esto? Bastante sencillo... cada persona es quien es por cada una de las cosas que le han pasado en la vida, tanto buenas como malas, y a día de hoy y a pesar de muchas cosas me encanta quién soy, esa niña tonta que consigue llegar al nivel de gilipollas. En el fondo creo que todos somos un poco así en mayor o menor medida, la única diferencia entre las distintas relaciones que a diario tenemos con el mundo es el tipo de juego al que jugamos. Personalmente he descubierto el secreto de la tranquilidad, que no es otro sino el de aceptar que el sufrimiento viene cuando dos personas no juegan al mismo juego, y por lo tanto la solución es bastante sencilla, aprender cuál es el juego de los dos que prevalece y jugar a él. A simple vista esto puede parecer algo contradictorio a lo que siempre he pensado, que uno tiene que defender aquello en lo que cree a capa y espada y a pesar de todo lo que el resto del mundo pueda pensar, pero no creo que sean cosas incompatibles en el fondo, no se trata de dejar de un lado tu juego y adaptarte al del otro, sino de más bien saber cuando es el momento de jugar a qué...

...aunque también es posible que todo esto no sea más que un auto convencimiento mío...

5 comentarios:

Tesa Medina dijo...

La serenidad llega cuando te aceptas como eres, aceptas que lo demás no son como tú quieres, eres coherente con lo que piensas y no haces a los otros lo que no te gustarían que te hicieran a ti.

Si además tienes sentido del humor, capacidad para ensimismarte y disfrutar de los pequeños placeres, ya es la rebomba.

Tú dices que eres gilipollas, yo digo que eres auténtica, muy lúcida y además escribes con mucha ironía, que a mí me gusta.

Más besos, Patri.

Anónimo dijo...

Querida compañera de construccion...y digo yo, que cojones importa toooodo lo demas?? Seran noches geniales construyendo tu y yo (y quien sea)...y que nos quiten lo bailao.

Mil besos!!

patri... dijo...

Querida compañera de construcción...no dudes que serán noches geniales, ¿alguna vez hemos pasado una noche mala tú y yo? a lo mejor es porque es cierto que juntas nos volvemos unas arpías o algo así...qué cosas...en fin que ya sabes que yo contigo al fin del mundo!!

Unknown dijo...

Me gusta, felicidades. Un saludo!

Anónimo dijo...

Estupenda crónica, alejada de tópicos y demás estupideces que solemos decir (al menos yo) cuando flipamos con nuestros artistas favoritos.

Saludetes desde Valencia,
Jose Manuel
http://rockstarlife.blogia.com/